Con la luna a medio día
mientras las farolas descansan
y las ventanas generosamente
son abiertas
camino lentamente
con el sueño de medía noche a cuestas
el sueño que por fin ha llegado
arribando tarde (a medio día);
la descarada luna libremente
se muestra al sol
instalada a medio cielo
en medio día cual si fuese
aún la medía noche.
El insomnio involuntario
ya emitió la cobranza
donde reclama ganancia
por el desvelo rutinario.
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