lunes, 30 de enero de 2012

UN AMANECER MAS



Las ansias rotas y la cara deslavada, la frente aferrada a la almohada, la memoria hinchada y los deseos olvidados, amontonados sueños cansados de no cumplirse, un suspiro, un ultimo esfuerzo acompañado de un ¡no chingues! ¡no puedo...! no puedo o mas bien me hago pendejo porque no quiero, la ventana entre abierta, un discreto rayo de sol que se filtra ¡el puto teléfono que vuelve a sonar! por fin habrí los ojos para confirmar lo ya sabido ¡tu no estas! (y no se porque pretender que estuvieras), finalmente lo mas difícil es...

...veo la hora las 9y7 coloco nuevamente el reloj bajo la almohada, misma a la que hace unos minutos se aferraba mi frente, de pronto algo me hace reaccionar ¡¡¡LAS 9:07!!! ¡si yo entro a las 8! de nuevo a llegar tarde de nuevo a contar cuentos me levanto súbitamente, que mal pedo lo bueno que no soy supersticioso (¿no lo soy?), no me fije con que pinche pie me levante, veo nuevamente la hora 9:10 me persigno (un poco mas convencido de la costumbre que de la fe), me persigno como si el maligno me estuviera correteando o como si con eso me fuera a hacer acreedor a un milagro...

... es hora de empezar la carrera a ningún lugar a no se que chingados sigo haciendo en esto, pero la carrera empieza; ropa, plancha, regadera, ropa, desodorante, “perjume” calzado (sin lustrar), mi “Jefita” que con amor y fé prepara una torta pa' su hijo que se va a “chingarle” engelo mi cabello saco el auto me pongo en marcha, dirección a la oficina....

...tomo el teléfono celular busco tu nombre entre los contactos porque te he borrado de la marcación rápida tal vez para que me de tiempo de recordar que no quieres que te llame, por fin lo encuentro listo para marcarte tomo un respiro y recuerdo no quieres que te llame (o como tu lo habrías dicho, no necesitas saber de mi), me regreso al menú principal coloco el telefoneo en el lugar acostumbrado y me concentro en mi camino ya es tarde y tengo que trabajar.

Por suerte los 19 días necesarios para aprender a olvidarte han pasado ya solo me queda sobrevivir a las 481 noches que me faltan para no recordarte.